viernes, 11 de noviembre de 2011

La enfermedad periodontal

Es una enfermedad que afecta a las encías y a la estructura de soporte de los dientes. Es provocada por la placa bacteriana que si no es retirada cuidadosamente todos los días con el cepillo y el hilo dental, dicha placa se endurece y se convierte en una sustancia dura y porosa llamada cálculo o sarro.

Las toxinas que se producen por la placa bacteriana provocan que las encías se desprendan de los dientes y se forman bolsas periodontales. Conforme la enfermedad avanza, las bolsas se extienden y la placa penetra más y más hasta que el hueso que la sostiene al diente se destruye. Eventualmente, el diente se caerá o necesitará ser extraído.


Las etapas más comunes de la enfermedad periodontal son: 
gingivitis(la menos severa de la enfermedad periodontal); periodontitis ligera(si la gingivitis no es tratada puede avanzar hacia una periodontitis); periodontitis moderada a avanzada(se desarrolla si las dos primeras etapas pasan desatendidas); periodontitis juvenil(ocurre en adolescentes y se caracteriza por la rápida pérdida del hueso).

Algunos de los síntomas de la enfermedad periodontal por los que debemos estar en alerta son: encías blandas, inflamadas o rojas; sangrado al cepillarse; encías que se desprenden de los dientes; dientes flojos o separados; pus entre la encía y diente; mal aliento continuo y cambio en la forma en la que los dientes se encajan al morder.


La forma más adecuada de prevenir la enfermedad es un cepillado apropiado mínimo dos veces al día, así como la seda dental diariamente. 
También es muy importante acudir a revisión dental regular donde el dentista inspeccionará las encías y podrá descartar la enfermedad.

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