viernes, 11 de noviembre de 2011

La lengua también forma parte de la limpieza bucal

Además del cuidado y exhaustivo cepillado de los dientes, es necesario incluir una constante y adecuada limpieza de la lengua, ya que la halitosis en muchos de los casos viene producida por una mala higiene de ésta, y puede causar problemas respiratorios (sinusitis), digestivos y metabólicos (diabetes). 

Se puede asociar el mal aliento con los cúmulos de bacterias en la parte posterior del dorso de la lengua.

La lengua, como órgano del gusto, está formada por papilas gustativas que contienen una especie de grietas, y es ahí justamente donde, sin una buena higiene, se pueden acumular residuos alimenticios y bacterias que son las causantes del posterior olor.

Un cúmulo de estas dos sustancias puede causar incluso saburra (http://pt.wikipedia.org/wiki/Saburra_lingual) en la parte interior de los dientes, que se acentúa si  se es fumador o consumidor habitual de bebidas alcohólicas.

Por estos motivos, expertos recomiendan realizar una correcta higiene bucal, cepillándonos los dientes después de cada comida. Utilizando un cepillo dental con cerdas suaves, y puntas redondeadas para procurar dañar la superficie dental y encías lo mínimo posible. Y el cepillado debe hacerse de la encía al diente, con suavidad.



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